“El abuso de pantallas está en todas partes. Desde bebés. Es atroz”. La frase es de la pediatra de un centro de salud de Santiago, que asegura que ya ha tenido que derivar a un menor de 9 años desde su consulta a la Unidad de salud mental infanto juvenil de referencia por los signos de alarma de una adicción. “Estaba jugando más de cuatro o seis horas al día, incluso por la noche y tenía insomnio, ansiedad, agresividad… Estaba ‘enganchado’ a un juego de matar al enemigo y defender una torre, no recuerdo el nombre”, comenta aún preocupada la doctora.